domingo, 11 de noviembre de 2007

PERIODISTAS, FOTOGENIA Y MEDIOS

¿Es importante que el periodista tenga buena que no bonita presencia ante las cámaras?


Cuando estudias la licenciatura de Periodismo en ninguna asignatura se incluye un temario que trate la "buena presencia ante las cámaras". Aún así, sí es cierto que la fotogenia es una cualidad medianamente importante, si te quieres dedicar al mundo de los medios de comunicación.

Definición de fotogénico/a según la RAE:

Del fr. photogénique, y este del ingl. photogenic).// 1. adj. Que promueve o favorece la acción química de la luz.// 2. adj. Que resulta bien en fotografía.


¿Se dice en algún momento que tengas que ser guapo/a para ser fotogénico? ¡NO! Hay muchos profesionales que tienen una imagen en cámara espectacular, a tan gran escala que incluso éstas llegan a embellecer su presencia real. Además de acciones químicas de luz, dar bien en cámara es, por qué no, sinónimo de credibilidad, confianza y cercanía. Aquel que es capaz de transmitir a través de una cámara, no es sólo porque luzca una belleza corporal monumental, es quizás también porque tiene una personalidad fuerte que atraviesa todo tipo de fronteras físicas.

La televisión es uno de los ejemplos más claros de medios donde es necesaria tener esta cualidad; encierra muchos caminos donde el comunicador puede realizarse y para ello, inevitablemente, necesita la fotogenia. Dar bien en cámara no significa ser un/a modelito de pasarela que luce palmito, es simplemente una cualidad más, que cualquiera puede tener.


Además de ser o no fotogénico a ojos del espectador, es necesario para explotar esta cualidad que la persona sienta que la tiene y que debe de aprovecharla. Me interesa hacer especial hincapié en que no hablamos de hermosura sino de fotogenia. Hay chicos/as que en persona son guapísimos y que en una cámara se pierden. Y por el contrario, puedes encontrarte con gente que no son tan agraciados en el tú a tú y que sin embargo se engrandecen ante una cámara. En definitiva todo es cuestión, una vez más, de gustos y para ello: LOS COLORES*









sábado, 10 de noviembre de 2007

MANUEL CHAVES NOGALES. DE PROFESIÓN: PERIODISTA (III)

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Manuel Chaves Nogales contó con varias e importantes plumas literarias muy especiales en su obra La Ciudad. De ellas destaca José María Izquierdo, hombre de amplios y variados saberes culturales, muy entregado al estudio y muy señalado en los ambientes de la ciudad por su personalidad introvertida, por el aire enigmático de su talante y por su declarado amor a Sevilla. Ambos amantes del saber, el periodismo y la ciudad de Sevilla fueron unos auténticos descubridores de un espíritu de futuro.

Además de La Ciudad, el periodista y escritor sevillano, Manuel Chaves Nogales, cuenta con una amplia biblioteca: A sangre y fuego (a la que ya se ha hecho referencia en estas líneas), El maestro Juan Martínez que estaba allí, La bolchevique enamorada. El amor en la Rusia roja, Obras Periodísticas (en dos tomos), El Rocío y la Semana Santa, y su gran y magistral obra: Juan Belmonte, matador de toros. Su vida y sus hazañas.
Sobre finales de 1935 el periodista dio forma autobiográfica a los recuerdos del trianero que había revolucionado 20 años antes el arte clásico de torear. La infancia del torero estuvo marcada por el aroma de los barrios populares sevillanos; y su adolescencia por la avaricia de fama y reconocimiento popular. Todos estos datos de forma exquisita y perdurable los recogió Chaves Nogales en la obra en honor al mismo Juan Belmonte.
La cultura arraiga de la ciudad de Sevilla tiene dos eventos que la caracterizan: El Rocío y la Semana Santa, donde miles de feligreses se reunían anualmente para hacer culto a una imagen. Estos actos lucrativos y religiosos también pasaron por las críticas curtidas y sutiles de Nogales. Rodríguez Almodóvar destacó durante su exposición “el acierto con que Chaves logró mantener el equilibrio del que piensa, observa e interpreta la realidad, limpiamente” a pesar de que él no era ni partícipe de ella ni tampoco asentía con ella.

En definitiva, Chaves Nogales para todas ellas utilizó una tintada especial, absolutamente nítida y cuidada, dejando ver la objetividad de sus visiones y sobre todo plasmando una realidad que no todos veían, o mejor dicho, no querían ver.

MANUEL CHAVES NOGALES. DE PROFESIÓN: PERIODISTA (II)

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En ningún momento, Nogales se dejó sugestionar por sus sentimientos arraigados y por las imágenes estereotipadas que se tenían de la ciudad, tanto en los alrededores como en el extranjero. No se percibe entre sus páginas el sentimiento de la nostalgia, sino el descubrimiento de nuevos valores con proyección en el futuro. La visión y perspectiva de vida de Chaves Nogales era absolutamente vanguardista y esto sólo lo justificaba el gran amor que sentía por la ciudad que lo vio nacer. Reyes también destacó cómo un periodista tan joven tenía “esa soltura expositiva, esa amenidad en sus escritos y la precisión para elegir sus términos”.
La Ciudad está dividida en tres partes. La primera de ellas saca el alma más filosófica y ensayística de Chaves Nogales. En este tramo el escritor reseña los valores más característicos de la capital hispalense. La segunda parte es quizás la más profunda y personal, es una ‘artecreación’ de la Sevilla de los años 20, donde el extremismo político y social estaba en mayor auge: los liberales se sentían amenazados por los enfrentamientos de los absolutistas de la época. Y además es la más personal porque hace muchas referencias a la figura de su padre, como maestro periodístico y como figura paterna y de gran admiración.
La tercera de sus partes es la más lírica y dicharachera, pero cargada de un sentimiento magistral de denuncia y rebeldía. Chaves Nogales delata entre sus líneas las decadencias que por ejemplo vivían las mujeres de los corrales de vecinos.
El periodista nunca retrata la Sevilla típica, sino la Sevilla de los líricos, de los meticulosos, de aquellos que piensan que no es una ciudad que debe quedar en el pasado, sino una ciudad que avanza, que prospera y que no se estanca en los convencionalismos andaluces en los que siempre ha estado fotografiada. La descripción del perfil social sevillano de esos años 20 que hace el escritor viene a recordar a lo que hizo Azorín allá por los años 80 del S. XIX, cuando llegó a Sevilla por primera vez. También es destacable la ausencia del nombre de Sevilla en todo el discurrir de la obra. El escritor nunca la nombra, sólo lo da por sobreentendido. Algo parecido hizo Antonio Machado en sus líneas honoríficas a Andalucía. Para cada provincia tenía una característica que la definía, sin embargo para Sevilla sólo podía decir su nombre. Sólo él la podía definir.

CONTINUARÁ...

jueves, 8 de noviembre de 2007

MANUEL CHAVES NOGALES. DE PROFESIÓN: PERIODISTA (I)

Recientemente, he conocido a través de unas conferencias en su honor a este espléndido periodista sevillano de finales del S. XIX e inicios del S. XX, el cual ha dejado marcada su huella en el gremio de esta profesión para la posterioridad. Aquí os iré dando "por fascículos" información sobre él que ilustra su vida y labor periodística.




Manuel Chaves Nogales fue un periodista sevillano nacido allá por 1897. El periodismo le corría por la sangre, ya que tenía buenas fuentes de las que beber. Su padre, Manuel Chaves Rey, y su tío, José Nogales, fueron dos periodistas de la localidad hispalense con una larga trayectoria profesional, siendo éstas además muy reconocidas por el gremio de la profesión. La capacidad, el arte y la destreza para la escritura periodística son dignas de admirar en Chaves Nogales, el cual inició su carrera desde muy temprana edad en dos diarios locales sevillanos: El Liberal y El Noticiero Sevillano. Manuel Bernal recalcó durante su exposición esa destreza en su actividad informativa, ese olfato y esa capacidad de augurio; cómo conseguía ser un periodista tan audaz ideológicamente y con unas miras tan avanzadas en el terreno político y social, viviendo dentro de una época tan difícil y con tanta falta de libertad de prensa.

Chaves Nogales era enemigo de todas las dictaduras, incluso de la del proletariado”, afirmó Manuel Bernal, haciendo referencia a una de sus obras más significativas, A sangre y fuego, trabajo que consta de nueve relatos escritos durante su exilio en Londres en 1937. Ésta describe unas situaciones absolutamente reales de la España dividida y enfrentada en dos bandos durante la cruel Guerra Civil. Estos ambientes bélicos han sido desarrollados con plena lucidez por el periodista, dejando a un lado los partidismos, sin acudir a falsos maniqueísmos. Hoy día A sangre y fuego es considerada como una de las obras literarias que mejor describen minuciosamente el origen y desarrollo de la Guerra Civil Española.
También, el Dr. Manuel Bernal hizo especial alusión a la labor literaria del sevillano: “La obra literaria de Chaves Nogales está considerada como la continuación de su trayectoria periodística, de sus buenos quehaceres periodísticos en el género híbrido del periodismo. Se podría decir que sus relatos son reportajes hechos una auténtica obra de arte”.

Manuel Chaves Nogales desarrolló gran parte de su trayectoria periodística en el ámbito internacional, sobre todo en Inglaterra y Gran Bretaña. Esta distancia de su tierra, lejos de hacer el olvido en su memoria, engrandeció su amor a ella, haciendo que el recuerdo rondara en su memoria una y otra vez, hasta llegar a la creación de La Ciudad en 1921. Con sólo 24 años de edad Manuel Chaves redactó su primera obra, donde hace una especial y particular mezcla de literatura y ensayo periodístico. Rogelio Reyes durante su exposición de la obra del periodista sevillano destacó “esa calidad en la escritura, esa madurez en su juicio de una ciudad como Sevilla que tanto significaba para él y sobre todo esa lucidez en sus análisis”.



CONTINUARÁ...