viernes, 12 de diciembre de 2008

VOCES CONTRA LA GLOBALIZACIÓN

Este título de entrada, además de corresponder a un documental excesivamente recomendable, es una llamada de atención al raciocinio humano. Desde hace unos días, sin que nadie lo aprecie, voy observando minuciosamente el entorno que diariamente me rodea. Hay cosas que las veo con lógica y con un sentido real y otras que me obnubilan, sacándome de mis casillas, sin llegar incluso a entender el por qué. Una de esas apreciaciones tiene que ver con la conducta humana. Pongamos un ejemplo: parece estar de moda ser un "piji-hippie", es decir, para que nos entendamos todos, un hippie de acción pero un pijo de convicción. Desde aquí me pronuncio para decir que no me creo los cuentos baratos del hippie que ama a Bob Marley y apuesta al 100% por las creencias difundidas en sus tiempos por el Ché Guevara, pero actúa como un cliente de la globalización, llevando en su bolsillo móvil de última generación o en su escritorio un "notebook" de siete pulgadas, sin olvidar a la mejor amiga del joven contemporáneo: la videoconsola interactiva que hace que te mantengas en forma gracias a sus juegos.

La convicción y la acción son dos elementos muy importantes en la conducta humana que deben estar en la misma línea de realización. Actualmente muchos jóvenes promulgan unos ideales de libro que sólo están ahí, en las enciclopedias de los años '60 cuando el movimiento hippie tenía su razón de ser y todo acto que casara con ello tenía un significado real. Hoy día esas conductas son un auténtico sinsentido, ya que lo dicho y lo hecho te acaba golpeando en el pecho. Y no es cuestión de rima, sino de ver lo que realmente prima. ¿Acaso te has parado a analizar una de tus jornadas diarias? ¿Siguen una secuencia lógica o la verdad se queda en un detrás de cámaras y no cara a la galería? Piensa en ello, actúa en consecuencia, al final te llevarás tu recompensa.

sábado, 6 de diciembre de 2008

VUELTA A LA VIE

Buenas noches a todos. Hace un rato decidí devolverle la vie a este pequeño espacio dentro de la red.

Muchas cosas han cambiado desde que escribí por última vez. Sin ir más lejos, o un poco sí, me he trasladado temporalmente a Lyon, Francia, una ciudad preciosa sesgada por dos bellos ríos, cargada de cultura y por qué no decirlo de muuuucho frío.
Ahora en mi exilio francés, caliento cuerdas vocales, de nuevo empieza la función, elige tu papel que queda mucho por hacer...

¿Que tal si nos ponemos en pie y escuchamos este susurro?:

"Si tuviera que elegir un momento, me quedaría con este.
Si tuviera que elegir un lugar, escogería donde estoy.
Si tuviera que elegir una compañía, sería una difícil decisión.

Apostar por los sentimientos.
Apostar por el amor propio.
Apostar por los deseos.
Apostar por los pasos dados.
Apostar por las creencias.
Apostar por el yo y también el tú y, por qué no, el otro.

¿Ganarás la partida?"